Festejos del bicentenario (1810 - 2010)

Felices jóvenes doscientos años Argentina!!!

Tratamos de sumarnos al festejo del cumple de la patria yendo a la Av 9 de Julio donde durante cuatro o cinco días se celebra su onomástico.

Nosotros como tantos otros, miles o millones, argentinos o extranjeros, acudimos a la cita, no queríamos perdernos la posibilidad de ser parte o decir presente en, nada más y nada menos que, el bicentenario. Después de todo 200 años no se cumplen todos los días.

Las calles se vieron desbordadas, seguro el éxito, la respuesta a la invitación, superó ampliamente las expectativas de los organizadores.

La emoción nos invadía, simplemente al caminar y saber que compartíamos el espacio con muchas otras almas que también habían llegado al lugar para rendir un pequeño homenaje al país.

Hay muchos espectáculos, para todos los gustos, horas y horas celebrando el cumpleaños.
Las puertas están abiertas a todos cuantos quieran acercarse a esta fiesta popular y la respuesta no se hizo esperar.

Por supuesto, si bien la oferta cultural y gastronómica es importante, no se puede abarcar mucho, difícil poder recorrer los stands o la feria entre tanta gente, hay que optar por ver algún espectáculo, visitar alguna casa de provincia, comer un plato típico o comprar productos regionales. Y nos llenamos el corazón de argentinismo... y los ojos de blanco y celeste...

Viva la Patria, Viva!!!

Pero no todo fue luz y color...
Algún imbécil, con pocas luces, se olvidó del bicentenario o se cagó en su país y la gente.
Por eso ayer al llegar la noche, cuando la ciudad se iluminaba y los edificios públicos lucían esplendorosos, la Legislatura Porteña estaba a oscuras.
Y el Teatro Colón abrió sus puertas a la aristocracia amiga, celebrando con música foránea.