Un pequeño ejemplo ilustra muy bien esta diferencia:
El director general de un banco, se preocupaba por un joven director "estrella" que después de un periodo de trabajo junto a él, sin parar nunca ni para almorzar, empieza a ausentarse al mediodía.
Entonces el director general llama al detective privado del banco y le dice: -Siga a Martínez una semana entera, no vaya a ser que ande en algo malo o sucio.
El detective cumple con su cometido, vuelve e informa.
-Martínez sale normalmente al mediodía coge su coche, va a su casa a almorzar, luego le hace el amor a su mujer, se fuma uno de sus excelentes habanos y vuelve a trabajar.
Responde el director -¡Ah, bueno, menos mal, no hay nada malo en todo eso!
Luego el detective pregunta -¿Puedo tutearlo, señor? Sorprendido el director responde -"Si, como no".
Y el detective dice -Te repito, Martínez sale normalmente al mediodía, coge tu coche, va a tu casa a almorzar, luego le hace el amor a tu mujer, se fuma uno de tus excelentes habanos y vuelve a trabajar.
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