13.7.07

La gran sabiduría de la vida

Una vez, un padre de familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que éste viera cuán pobre era la gente de allí, que comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos.
Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en una granja de una familia campesina muy humilde. Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:
- ¿Qué te pareció el viaje?
- ¡Muy bonito Papi!!!
- ¿Viste qué tan pobre y necesitada puede ser la gente?
- Sí, realmente vi.
- ¿Y qué aprendiste?
- Vi que nosotros tenemos un perro en casa, y ellos tienen cuatro; nosotros tenemos una piscina de 25 m, ellos tienen un riachuelo que no tiene fin; nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas; nuestro patio llega hasta el borde de la casa, ellos tienen todo un horizonte. Especialmente Papi, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Vos y mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo.
Al terminar el relato, el padre quedó mudo... y su hijo agregó:
-¡¡¡Gracias Papi, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser!!!

De colección, La Última, setiembre de 2000.

No hay comentarios.: