Era demasiado chiquito para conseguir trabajo y ayudar a sus viejos.
En el diario aparecían pedidos que no entendía y no ofrecían nada por saber jugar.
De pronto miró a su perro, al que cuidaba desde hacía tiempo, y pensó que podía salir a caminar con las mascotas de sus vecinos a cambio de unas monedas.
Tere
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