Todavía estoy temblando y el corazón parece que se me va a salir del pecho.
Ardor, un fuego en las mejillas y una transpiración fría recorre mi cuerpo...
Hace poco más de media hora me llamaron por teléfono por un supuesto secuestro extorsivo, y si bien no creí en ningún momento el argumento, lo que intentan estos mal paridos es provocar incertidumbre y miedo.
Amenazan para que no cuelgues la llamada, sin mucho pensar les retruqué con llamar a la policía.
Colgué el auricular y cuando levante el mismo para llamar al 911 todavía estaban allí, en línea, esperando...
Llamé al 911 vía celular y al instante atendió una oficial que amablemente trató de tranquilizarme mientras chequeaba los datos del caso.
Temblaba como una hoja, las lágrimas se me escapaban pero la policía me hizo sentir muy bien, sentí que estaba acompañada, que estaban cuando los necesitaba.
Y así como muchas veces a través de esta página denuncio o critico un mal servicio, nobleza obliga, hoy quiero destacar la labor policial del servicio de emergencias.
No sé quienes me atendieron, seguramente el 911 tiene muchos operadores u operadoras que te están esperando, que están ahí en el momento que los necesitás.
Desde ya muchas gracias.
Y es un número fácil de recordar; el 911 criticado en el momento que se adoptó por emular al estadounidense, es un número que está incorporado a nosotros desde tantas películas y series, un número que enseguida nos viene a la mente.
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