- La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.
- El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
- La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.
- Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.
- El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo.
- La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.
- No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.
- El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar.
- Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
- Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe.
- Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.
- El afán de querer olvidarte es mi mayor ímpetu para recordarte.
- Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra.
17.9.07
Otras trece de García Márquez
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