La canción del pez

"Eramos dos crustáceos ciegos, temerosos, tocándose, huyéndose ante un mar sin edad"
Carlos Eduardo Jaramillo

VI

Ahora tenemos conciencia del tiempo.
Ahora conocemos cómo se va un minuto,
cómo pasa una hora, como vuelan sin cesar
los segundos.
Ahora, sabemos que estamos envejeciendo sin querer.
Que algo nos va matando por dentro y por fuera.
Esa es la conciencia de estar vivo,
dicen los hombres sabios.
El tiempo se convierte en nuestra medida,
en nuestro límite.
Nos han puesto orillas, nos han fijado el derrotero.
Ahora, somos un barco con un itinerario,
agua que sabe adónde va.
Material que se irá descartando
hasta el puerto final.
Ahora, sabemos que la palabra pronunciada ayer,
no vuelve.
Sabemos que el beso que te dí, ya se ha muerto.
Y que todo, todo, pasa por apresar esa sonrisa
antes que los años, que los vientos helados,
que el desconsuelo del adiós, la haga trizas.

X

El amor es lo único que conserva su rostro.
Rostro de día transparente, de ojos asombrados,
de gato mirando amanecer.
El amor es lo único que sirve para limpiar la cara,
para secarnos, una y otra vez, el agua del origen.
El amor cierra las ventanas en invierno
y abre los postigos en verano.
Está hecho de lumbre, pero también de viento,
de palabra furtiva, de claves y de dulces penumbras.
Está hecho para tí y para mí,
es un regalo que nos trajo un duende
juguetón y travieso.
El amor es un fragmento de mundo
que cayó entre nosotros.

Roberto Díaz
Música de ausentes

Nota: presentación del libro 1º de diciembre de 2006 a las 19.30 hs en el Salón de los Encuentros del Teatro Roma, Avellaneda.
La Editorial Dunken lo presenta el 5 de diciembre a las 19 hs en Ayacucho 357, ciudad de Buenos Aires.