Esta mañana, mientras cocinaba, me puse a pensar en este blog...
Cuando lo creé, en diciembre pasado, fue un medio de hacer catarsis.
En ese momento, sumamente enojada con la compañía de teléfono que corresponde a nuestra zona, hice una denuncia pública desde mi pequeño espacio, denuncia que hice llegar a las autoridades y me sirvió para que le dieran curso a mi reclamo antes postergado.
Pero en estos últimos tiempos, más allá de enojarme con nuestras autoridades, con la injusticia muchas veces reinante, más allá de tener ganas de gritar o llorar, de criticar y porqué no insultar, se me dió por postear sobre cocina y de alguna manera hago una prolongación de mi primer página.
Analizándolo veo que la cocina es para mí muchas veces terapéutica.
Es la única actividad de ama de casa que encuentro gratificante.
En especial me gusta preparar postres y amasar, justamente en el momento de mi análisis estaba preparando medialunas, receta que ya compartiré.
Primero mi esposo tuvo su página con las cosas que le gustan e interesan y yo deseaba tener la propia, él fue quien me sugirió la idea de tomar la cocina como tema, me gustó la propuesta y así me puse a escribir, muchas de las recetas no son de mi autoría pero sí la redacción y adaptación.
Lo hago con mucho entusiasmo y así también en este lugar, que además puedo ilustrar con fotos de nuestros platos.
Desde ya que iré matizando un poco con otros temas.
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