Quince días inmejorables, a pleno sol y al regresar se desató la tormenta.
Espero que haya llovido en San Clemente lo necesario, ya que los lugareños tenían problemas de agua, fue un verano sumamente seco.
Es el tercer año que visitamos el balneario y puedo asegurar que la cantidad de turistas en éste batió el récord.
Hace tres años volví a descubrir a San Clemente, ya que desde chica que no iba allí, nos gusta por sus anchas playas, sus médanos y sobre todo por la posibilidad de encontrar un lugar tranquilo, cuando uno camina un poco hacia el norte, camino a Punta Rasa.
Un lugar dónde uno se encuentra con uno mismo, con el cielo, la arena y el mar, dónde se aprecia el rugido del agua y el soplido del viento. Un lugar para descansar.
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