En los últimos años la televisión que nos alimenta va en franca decadencia.
Subestiman al público vendiéndonos programas ruines, de mal gusto e imponiendo personajes indeseables.
Ello sumado a la caída de la educación, de la que se ocuparon sistemáticamente los gobiernos, hacen del pueblo un dechado de incultura.
En este momento siento que se agarraron del ejemplo del escritor Baudelaire cuando una vez contó en uno de sus textos que le hizo oler un perfume a su perro y éste huyó espantado. "¡Miserable perro! -le dijo Baudelaire- te pareces al público que prefiere excrementos a los bellos aromas".
Y así es , nos venden mier.. y no nos dan más que elegir.
No digo que la tele deba ser educadora, no está pensada para tal fin.
La bien llamada hoy en día "caja boba" es un mal necesario, puede ser un buen compañero y nuestro cable a tierra. Un lugar para desenchufar, gratificar, entreterner y divertir.
Televisión que anda necesitando buen gusto, imaginación y prolijidad. Hoy por hoy hay tanta mediocridad y tanta falta de creatividad e idoneidad que los recursos son siempre los mismos.
Nos sobran los dedos de las manos para contar los programas que escapan al concepto de idiotizar.
Ni hablar de crear programas propios, en general compran formatos, que aunque simples no se les ocurrió pensar.
Eso sí cuando aciertan con alguno de su cosecha lo exprimen y desgastan durante años y años.
Y para redondear esta falta de escrúpulo y respeto suman el incumplimiento de los horarios de programación, en definitiva se cagan en nosotros.
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