13.10.06

Obediencia debida

ALFONSO.- No, está bien. Le contesto... Me pegan porque es un proceso natural de victimización. Yo represento para tu amigo el vértice de un triángulo: él es el líder, yo soy la excusa y vos sos la víctima.
LUCAS.- Gordito, cerrá el orto.
ALEX.- No Lucas, dejálo, dejálo que hable. (Al gordito.) Yo no soy la víctima Alfonso, yo te estoy pegando. (Le pega.) ¿No ves? Yo soy el malo. (Le pega otra vez, un poco más fuerte.)
ALFONSO.- (Aguanta los golpes con estoicismo.) Eso no es del todo correcto. ¿Sabés por qué no estás atado en esta silla, Alex? Porque le tenés miedo a tu amigo y hacés todo lo que te dice. Si un día te rebelás, él te ata y te pega. Yo estoy acá porque no le tengo miedo. Yo me rebelo... ¿Quién es la víctima?

Muchas veces escuchamos sobre la ley de obediencia debida, ¿se gestará desde la infancia?
¿Así se hacen futuros torturadores?
Ver más en esta pequeña obra de Orsai: Las hormigas carbonizadas no pueden gritar

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